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🩸 Sasori de la Arena 🩸

¿Qué pasaría si el artista del veneno hubiera tomado el trono? ¿Si el Kazekage no hubiera sido derrotado… sino disecado?

kage de la aldea sasori de la arena

🩸 EL KAZEKAGE DE LOS HILOS SANGRIENTOS 🩸

Cuando el corazón deja de latir, algunos mueren… Sasori se perfeccionó. El niño que perdió a sus padres no encontró consuelo en los abrazos ni en la aldea que lo crió. Solo en el silencio de sus marionetas, en la rigidez de la madera, halló algo parecido al amor: obediencia. Control. Eternidad. En un mundo que lo desbordaba con su dolor, las marionetas fueron su único refugio. La carne ya no era un lugar de pertenencia; la madera, la cuerda, el control, eso sí lo entendía.

La caída del Tercer Kazekage no fue una tragedia. Fue un experimento exitoso. Convertir al líder más fuerte de la historia de la arena en una marioneta… no fue solo un acto de venganza. Fue una declaración de poder. La búsqueda de perfección que culminó en una victoria que ni el más fuerte de los shinobi podría haber anticipado. La esencia misma de la vida y la muerte se entrelazaron en una danza macabra, pero para Sasori, la única victoria fue la que no dejaba espacio para la fragilidad humana.

Sin oposición, sin resistencia, Sasori no conquistó Sunagakure… simplemente se sentó en el trono. Un trono sin ceremonia. Sin vítores. Sin vida. Solo madera, acero y silencio. Y en ese vacío se forjó su imperio. Sus ojos, ya vacíos de emoción, contemplaban un mundo que solo se regía por la precisión, el control y la muerte. Los susurros de un pueblo que alguna vez respiró con esperanza, se ahogaron bajo el peso de la rutina y el metal.

Sus consejeros fueron reemplazados por cadáveres vacíos. Su guardia personal, títeres bañados en veneno y chakra. Y su voluntad, una telaraña que alcanzaba cada rincón de la aldea. No era ya un líder quien dictaba, sino la muerte misma, que, disfrazada de títere, gobernaba a todos y a nadie. Un pueblo sin rostros, sin gritos, solo la quietud de una maquinaria perfectamente ajustada.

Bajo su mandato, Sunagakure prosperó… en precisión, no en humanidad. Los niños ya no jugaban. Eran moldeados desde pequeños para no sentir. Las emociones eran eliminadas. Las fallas, desmontadas. Los shinobi… reemplazados. Aquellos que alguna vez lucharon con el corazón, ahora eran sombras de lo que fueron, partes de un engranaje sin alma. La vida era un proceso, una serie de movimientos mecánicos, sin cabida para la pasión o el miedo.

Cada escuadrón era una obra de arte. Cada misión, ejecutada por marionetas indestructibles. Cada error humano… abolido. No había lugar para la imperfección. En ese orden, cada movimiento era calculado, cada decisión, precisa. La humanidad ya no era parte del juego. Solo quedaba la perfección fría, que no temía, ni dudaba, ni fallaba.

Los pocos que se alzaron contra su orden, terminaron como adornos. Sus cuerpos convertidos en trofeos, expuestos en la plaza central como recordatorio de que la vida no valía más que un diseño bien pulido. El miedo no era necesario, pues la muerte misma hablaba en el silencio de las calles vacías. Y mientras las sombras se alargaban, la aldea se transformaba en un museo de cadáveres inertes y recuerdos marchitos.

Sunagakure se convirtió en una leyenda viviente… Una aldea sin emociones. Sin traiciones. Sin alma. Donde el tiempo no se medía en años, sino en cuántas marionetas más se perfeccionaban. En ese lugar, cada latido se volvió un eco distante, cada historia, un susurro olvidado. La eternidad se convirtió en la medida de todo lo que importaba.

Y en lo más profundo del cuerpo que construyó para sí mismo… donde antes hubo un corazón, a veces, solo a veces, resonaba un eco sordo, una pregunta olvidada:

¿Esto… era lo que buscaba?

¿Era esta eternidad el precio justo por no volver a sufrir?

☠️ Dato Prohibido ☠️:

Sasori no quería vivir para siempre. Quería controlar para siempre. Cuando convirtió su propio cuerpo en una marioneta, no fue por miedo a la muerte, sino por desprecio a lo humano. Arrancó sus emociones, su piel, su carne… y también su pasado. Fue el primer shinobi en asesinar un Kage y usarlo como arma personal. Un genio. Un monstruo. Un niño que solo buscaba amor… y terminó convirtiendo ese vacío en una guerra silenciosa. Sunagakure jamás se recuperó del eco de sus hilos.

🔥 Difunde el legado del verdadero conquistador del mundo shinobi. Sus marionetas aún esperan órdenes. 🔥