Hay destinos que nacen rotos. Seres que no eligieron su camino, sino que fueron arrastrados al abismo por la mano de otros. Los que habitan en esta sección no fueron héroes… pero tampoco villanos. Fueron malditos.

Víctimas de rituales, sacrificios, sellos prohibidos y manipulaciones que les robaron el alma. Algunos eran niños cuando su humanidad fue intercambiada por poder. Otros ofrecieron su cuerpo a entidades oscuras, buscando redención o venganza. Pero todos… todos cargaron con una condena.

¿Qué queda de un shinobi cuando su mente se fractura y su espíritu es usado como contenedor? ¿Cuándo sus gritos fueron silenciados por siglos? Estas almas no descansan. Caminan entre los vivos con ojos vacíos y cicatrices eternas.

Desde marionetas vivientes hasta portadores de espíritus sellados, desde ninjas utilizados como armas hasta cuerpos compartidos con demonios… cada uno es un reflejo de lo que pasa cuando el alma deja de pertenecer al individuo.

Este no es un homenaje. Es un recordatorio. Porque lo que les sucedió podría haberle ocurrido a cualquiera en este mundo podrido por la guerra.

¿Te atreves a mirar dentro de los ojos de los que ya no tienen alma?